• Alerta ante las estafas: Stop Pseudoterapias

    El Autor

    Alberto Nájera López

    Profesor de Radiología y Medicina Física en la Facultad de Medicina de Albacete. Autor del blog radiandando.es

    “¿De qué vas a hablar a partir de ahora?” Me pregunta un compañero por los pasillos de la Facultad. Su pregunta está relacionada con el anuncio del Gobierno del pasado 14 de noviembre sobre que pondrá en marcha un “Plan de Protección de la Salud frente a las Pseudoterapias”. Más información sobre la noticia aquí

    Este plan, sin precedentes en Europa, viene a poner, al fin, coto a las pseudoterapias que, como muchos venimos denunciando desde hace años, campan a sus anchas por Universidades y Centros de Salud, en muchos casos públicos. 

    Mi compañero me indica que, si el ministerio acorrala y persigue estas pseudoterapias, ya no tendré de qué hablar en mis colaboraciones en Diario Sanitario. “No, al contrario”, le respondo. Será ahora cuando más atentos deberemos estar.

    El esfuerzo y dedicación de mis alumnos por ser médicos me impulsa a seguir atento

    Durante décadas, las pseudoterapias han estado presentes en medios de comunicación desde los que se vendían sus supuestas bondades. Recordemos los casos del acupuntor de CMM Mediadel curso de reflexología de la Universidad Popular de Albacete o el limón de Mariló Montero.

    Ayer mismo, una alumna me alertaba de que en el programa de Ana Rosa se hizo una defensa increíble de las pseudoterapias con un argumento, para ellos irrefutable: “a mí me funciona”. 

    Será ahora cuando estas pseudoterapias se enmascararán

    Ahora mismo no hay límites para la promoción de pseudoterapias que se han demostrado peligrosas. Muchas inocuas, pero peligrosas porque para promocionarse ponen en duda los tratamientos que han demostrado científicamente que sí funcionan y han hecho que muchos pacientes las abandonaran. 



    “Deseo que los colegios actúen con contundencia”

    El caso de Mario es uno de estos ejemplos que esperemos no quede impune. Con este plan, deseo que, al fin, los Colegios de Médicos, de Farmacéuticos, también los de Enfermería o Fisioterapia, así como los del resto de profesiones sanitarias, actúen con contundencia contra aquellos colegiados, que alguna vez aprendieron que no debían promocionar o aplicar terapias sin base científica, y lo olvidaron. 

    En mi caso, y se lo digo a mis alumnos, son ellos los culpables de mi beligerancia contra pseudoterapeutas y pseudocientíficos. Creo que ya lo he dicho aquí alguna vez. El esfuerzo y dedicación de mis alumnos por ser médicos, por aprender a diagnosticar y a tratar miles de enfermedades, siempre, con base científica, me impulsa a seguir atento. 

    Atentos, sí, porque como decía será ahora cuando estas pseudoterapias se enmascararán, se disfrazarán aún más.

    Son muchos los miserables que se han lucrado del dolor ajeno y no van a dejar que su negocio caiga de la noche a la mañana

    Han vendido esperanzas cuando sabían que no las había, se han aprovechado del desconocimiento científico de la población para prometerles lo que, a todas luces, era imposible, han entrado por esa brecha de la esperanza que cualquiera tendríamos en una situación de desenlace incierto; ni el más miserable de los seres humanos debería enriquecerse de esa la vulnerabilidad, del desaliento o la desesperación del enfermo. 

    Esperemos que este Plan del gobierno sirva para actuar con contundencia contra todos aquellos “vulgares estafadores”.

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