• Savia nueva para la Enfermería de la región

    Con cinco facultades de Enfermería, Castilla-La Mancha aportará al panorama sanitario más de 400 enfermeras solo este año. El director del Departamento de Enfermería, Fisioterapia y Terapia Ocupacional de la Universidad regional (UCLM), Ángel López, aconsejaba a los 99 egresados de Albacete que sigan estudiando. Y es que Enfermería se enfrenta a un panorama de trabajo asegurado, pero inestable, de ahí que López recomiende prepararse el examen de interno residente, el EIR, o unas oposiciones, ya que la salida para huir de la precariedad es la sanidad pública.

    enfermería Castilla-La Mancha
    Albacete aporta 99 nuevos egresados.

    Cinco facultades de Enfermería en Castilla-La Mancha

    Os deseo felicidad

    El Autor

     Concha Piqueras Ramos

    Madrina de la VII Promoción de graduados en Enfermería de Albacete  

    Permítanme empezar participándoles alguna de las emociones de este momento. Me siento contenta y muy honrada por este encargo que recibo como un regalo, en un momento algo especial de mi vida personal y profesional.

    Gracias por esta alegría

    Me corresponde, pues, impartir, en nombre del Claustro de profesores, la lección magistral de este Acto de Graduación; la última, la postrera lección de esta etapa que preludia el inicio de la vida profesional. Vida profesional que espero empiece pronto y sea excelente.

    Para la ocasión, he elegido hablar de la felicidad. Espero no haberles preocupado: no vendo ningún libro de autoayuda a la salida, ni tampoco trabajo en la tele con sus emociones.

    Os deseo felicidad. Está bien decir esto siendo la madrina de la VII Promoción. Está bien, suena bien y os anticipa el aprecio que os tengo y la fortuna que espero os acompañe.

    Pero, además de esta fórmula cortés y agradable de la convivencia, qué es la felicidad.

    enfermería Castilla-La Mancha
    Concha Piqueras, madrina, con sus egresados.

    La felicidad significa eso que ustedes ya están pensado, que conocen: la felicidad es un “estado de grata satisfacción espiritual y física” RAE, 2018. Obvio, pero no satisface nuestras preguntas.

    Una muestra de este interés por la felicidad. Pongan en Google: felicidad frases. Yo obtuve Aproximadamente 66.100.000 resultados (0,38 segundos)

    Como profesora, en este edificio, les propongo que entremos en una aproximación más adecuada a esta materia. Centremos las preguntas de investigación. Preguntas como:

    ¿La Felicidad es algo objetivo o subjetivo?

    ¿Pertenece a la esfera intima-privada, como un sentimiento?, o ¿podemos hablar de un bien colectivo?

    ¿Es en sí mismo un bien y por tanto, una aspiración lograble o es una externalidad de otro bien–como la salud o el amor?

    Quizá por su complejidad –qué interesante la complejidad de lo aparentemente sencillo- numerosas disciplinas se han ocupado de entenderla. La ética, también. Desde antiguo. Y la economía. Y la política. Y hasta la bioquímica…(que dejaré de lado en su mundo de endorfinas y receptores).

    Éticamente, es un valor. Un valor es algo que reconocemos, elegiríamos, por apreciado y valioso. Es posiblemente esencial al ser humano, como finalidad o como camino.

    Aristóteles

    Aristóteles construye su propuesta ética alrededor de la felicidad como fin común del hombre. Su interés es el conocimiento de la ética que trasmite como un legado – recordad que lo escribe a su hijo Nicómaco- con dos ideas centrales: la felicidad es una conducta y se da con los otros, en la póli: πόλη.

    Veamos. El hombre bueno, es un hombre feliz. No por lo que piensa, por lo que hace. Ética es un saber práctico, para ejercer, para ser una buena enfermera y una feliz ciudadana, aportando.

    Y recordad la prudencia: tomad el tiempo para “saber hacer”, para considerar las consecuencias de una acción o de una no-acción. Aprender para decidir, para optar, para elegir lo bueno, lo correcto, para ser felices.

    Bien común

    Y, actuar bien, éticamente bien, teniendo en cuenta el “bien común“, el bien de todos y de todas, pues sólo se puede ser feliz en la pólis πόλη, entre una comunidad de libres e iguales: κοινότητα, koinótita.

    Dos apuntes más. Para E. Kant (1724-1804), la felicidad más que un deseo, alegría o elección es un deber. La felicidad es uno de tantos deberes del ser humano, un deber último y supremo que nos obliga a ser dignos de merecerla. La felicidad no depende del destino ni de los demás, sino de uno mismo, de la persona, es decir, de su propio comportamiento y carácter.

    José Ortega y Gasset (1883 – 1955) nos propone ganar la felicidad con las actividades que “absorben completamente nuestra atención y nos agradan”. “Felicidad es la vida dedicada a ocupaciones para las cuales cada hombre tiene singular vocación”.

    Y, muy interesante: La felicidad se produce cuando coinciden lo que él llama “nuestra vida proyectada”, que es aquello que queremos ser, connuestra vida efectiva”, que es lo que somos en realidad.

    Y en lo común: la economía y la política

    Para acercarnos a la felicidad desde la economía, consideramos esencial la aportación de la teoría económica sobre los bienes públicos. Combinemos. Veamos.

    La felicidad es un bien público puro: que se disfruta o consume por todos. No excluyente. No exclusivo. No divisible. No rival: que lo consuma un nuevo individuo no afecta o limita el consumo al resto de consumidores

    ¿Y para la Política? Sabemos que la ONU declaró el 20 de marzo, Día Internacional de la Felicidad. La ONU, también calcula el Índice de Felicidad de 156 países y anota su evolución – He de decir que España ocupa el 30 lugar- con la integración de varios indicadores sociopolíticos.

    España

    En España, el CIS incluye también esta medición en su Barómetro. En la encuesta de 2018, pregunta 6, se pidió a los encuestados que se consideraran el grado propio de felicidad o infelicidad, con un valor en una escala de 0 a 10- completamente infeliz a completamente feliz. El resultado patrio fue rotundo por la felicidad (valores 8, 9,10: 52%), (completamente infelices 0,8% y sumados los poco felices menos del 2% (valores 0,1,2: 1,8%). En los valores intermedios, (puntos 3,4,5,6, 7, un 46,3%).

    Cada quien que interprete resultados. En este texto, lo mencionamos como prueba de que sí tenemos un concepto objetivo en tanto que medible, de felicidad.

    Pero no sé si suficiente. Pues, ¿qué pasa con ese 2% o con quien puede mejorarla?

    ¿Por qué la felicidad sigue sin orientar las políticas públicas?

    Si la felicidad es un bien tan valioso y sólo es, si está disponible para todos, deberíamos cooperar para remover los obstáculos que impiden a las personas su logro o su mayor grado. Por qué no es objeto de atención preferente, ¿por qué la felicidad sigue sin orientar las políticas públicas?

    Os recomiendo un libro de los profesores María De la Válgoma y José Antonio Marina (La lucha por la dignidad. Anagrama, 2006) pues, de la mano del concepto de felicidad política se reconcilian, reúnen y cobra valor el concepto de felicidad:

    Felicidad objetiva “(cuando) cada ciudadano está en buenas condiciones para elaborar su proyecto privado de felicidad, que deberá cumplir los requisitos de ser compatible con el de los demás, y colaborar al establecimiento de la felicidad objetiva de la que todos nos beneficiamos”.

    El derecho a la felicidad

    Y voy terminando con el hallazgo que origina este texto. Emocionante. La Constitución de Cádiz de 1812, primer texto constitucional de nuestra historia, sí proclamaba en su artículo 13 el derecho de los ciudadanos a ser felices:

    “El objeto del Gobierno es la felicidad de la Nación, puesto que el fin de toda sociedad política no es otro que el bienestar de los individuos que la componen”.

    No lo busquen después, en textos posteriores. O sí, búsquenlo. Procuren la felicidad!

    La Victoria de Samotracia

    Permítanme un minuto final y regresar a mi calidad de madrina.

    Quiero regalaros un detalle, es un marca-páginas que hemos creado y representa una imagen de Niké, la diosa griega de la Victoria.

    Es La Victoria de Samotracia. Me impresiona siempre y me emociona: una mujer sobre la proa de un navío, equilibrio, aire, mar y mármol.

    “Profesión enfermera: la más bella de las bellas artes”

    Os damos la bienvenida a la profesión enfermera: “a la más bella de las bellas artes”.

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