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María Carrilero, la joven albaceteña cuyo caso disparó el registro de donantes de médula en Castilla-La Mancha, será la voz de los pacientes en las XII Jornadas Oncológicas de la Asociación Española Contra el Cáncer, que este año se centrarán, los días 6 y 7 de junio, en los cánceres hematológicos. La leucemia de María dio lugar al movimiento “Yo me pido vida”, que ha sido capaz de concienciar sobre la importancia de entrar en el registro de donantes de médula, aunque el voluntario no sepa ni cuándo ni para quién será la donación.
Las XII Jornadas de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) se centrarán este año en el cáncer de sangre, desde el trasplante de médula ósea hasta el diagnóstico de los cánceres hematológicos. Del 6 al 7 de junio, este encuentro de interés científico y sanitario, reunirá en el salón de actos de Liberbank a los especialistas que se enfrentan a las leucemias, con la intervención magistral del doctor Pau Montesinos.
- Lugar: salón de actos de Liberbank. (Albacete).
- Días: 6 y 7 de junio.
El doctor Montesinos, coordinador de leucemia mieloide aguda dentro del Programa Español de Tratamientos en Hematología, intervendrá el día 7 de junio. A continuación, se pondrán sobre la mesa las terapias CAR, sin olvidar los avances en neoplasias hematológicas o el papel de la inteligencia artificial y el Big Data.
La lección magistral la impartirá el doctor Montesinos
Pero también tendrán su espacio los pacientes, los psicólogos, la Enfermería o los epidemiólogos, en dos jornadas pensadas para hacer una radiografía a la situación actual de los diferentes cánceres de sangre.
María Carrilero, la joven cuya causa movilizó a Albacete, recordará cómo le salvó la vida la donación de sangre de cordón umbilical de una familia italiana. Ella dará la visión del trasplante de médula desde la óptica del receptor.
Donantes de médula
Y es que no hay que olvidar que entrar en el registro de donantes de médula significa que habrá muy pocas posibilidades de ayudar, pero cuando llegue el momento el donante debe ser fiel a su compromiso con un enfermo que puede estar en cualquier punto del planeta. El donante no sabe ni cuándo lo llamarán ni para quién será, llegado el momento, su donación.
